Para ser una chica que lleva una cabellera multicolor, es muy pragmática en los temas serios, para ella a la hora de la verdad las cosas son blanco y negro.
Tu sola presencia hizo que un alborotado Walmart, se convirtiera en su reino. De repente el sonido efervecente de decenas de personas buscando artículos furtivos de Navidad en los pasillos del local pasó a ser un unísono, porque cuando la escuchas hablar frente a frente, la vida te cambia.
Pierangela, tiene siempre en su norte a su familia y lleva a sus seres queridos en el timón de sus acciones. Sus seres amados son vitales y todo en ella es amor.
Pasando por ciudades como San Juan de los Morros, Valencia, Vancouver o Miami. Esta chica de caballera tornasol deja huella, deja una tilde casi sublime en cada una de las personas que deciden abrirle su corazón.

Mujer de verbo pausado y de pensamientos vertiginosos, tiene expresiones faciales, que recuerdan a los mejores personajes de ánime de la historia.
Lo genial de ella es que su cara dice todo y con una mirada menciona decenas de oraciones sin mover sus labios. Tiene un sentido de humor bien peculiar y si se quiere es adictiva, aunque no busque generar ese efecto.
Sin duda Pierangela, es un hada que trabaja encubierto en el planeta tierra, su rostro angelical y sus palabras tan precisas son un bálsamo para quienes la ven o escuchan. Ella es una mujer con mitología, un ángel sin alas, que me recuerda mucho al poema de Oliverio Girondo que se llama Espantapájaros, porque al igual que María Luisa la protagonista de obra; Pierangela vuela desde el amanecer hasta que se duerme, vuela mientras hace compras, y es ahí en el reino de las nubes, donde la admiro.