Como tres disparos al aire; sin miedo; y sin piedad. Jezabel se construye cómo una de las películas más alejadas de la identidad del cine venezolano y a su vez, es un filme que reivindica la condición de arte, con grandes oportunidades de hacer historia en nuestro universo que nació un 28 de enero de 1897.
Jezabel es una película con un hilo narrativo tan particular, que es, si se quiere, una matrioska. Ya que dentro de ella, caben diferentes lecturas; diversas películas que se construyen desde afuera, hacia adentro y por ello, sorprende al espectador muchas veces dentro de la proyección.
Este largometraje ha levantado mucha polémica por su clasificación de censura, y sin embargo, no se detiene en el escándalo que mentes cuadradas han armado por las escenas subidas de tono, sino que se adentra a los círculos de los infiernos de cada ser humano y de cada monstruo que forma parte de este trabajo.

Les digo a materia de spoiler parcial (puedes dejar de leer, si quieres); que aquí se muestra una de los personajes más malígnos de la historia del cine criollo, dejando a Ismael, el policía marido de Macu, como un niño de pecho.
Ambientada en dos tiempos, en 2017 donde pasaron los hechos que mueven el engranaje de la trama y en un 2033, año en que no existe el regimen actual, aunque dejando claro que la nación se sostiene sobre las ruinas de ese proyecto. Para ello se juega con una sútil pero poderosa sublectura, una narracción furtiva que va a la par con la evolución de la historia.
El escenario es una Caracas que por momentos nos muestras su tono celestial y otras veces un escenario que nos invita a agarrar el avión más cercano y largarse. Un lugar para amar y odiar, al mismo tiempo.
El director Hernán Jabes, hace una obra maestra de esta tragedia, ilumina al séptimo arte vernáculo, desde la oscuridad que nace de una de las historias más sórdidas que se han contado en la historia del cine nacional.
Jabes, presenta una película global, que puede superar fácilmente el camino recorrido por la película de 1994 llamada «Golpes a mi Puerta» y ser así, la cinta más laureada de nuestro país. Les garantizo que tiene todos los elementos para disputar la categoría de mejor película extranjera en culquier galardón en que participe.
Las magistrales actuaciones
La magia de este filme, también recaen en las grandes actuaciones de los actores y las actrices que participaron.

Johanna Juliethe, encarna a Lolo, si se quiere esa turbia calma, dentro de la tempestad de su pandilla y su mar de aberracciones. Su interpretación forma parte perfecta de una orquestación humana sin precedentes en nuestro cine y forma parte de una sinergia entre los tres personajes femeninos, que son en parte uno, especialmente en los mínutos finales.
Eliane Chipia (Eli), el alma de este grupo de estudiantes de moralidad caótica, la nota armónica dentro de tanto desconcierto. Su actuación demuestra cada segundo del infierno al que está suscrita, sin necesidad de decir una sola palabra. Una ovación para ella.
Shakti Maal (Caca) por su parte, hace un rol que podría perfectamente encajar en alguna película de Sir Alfred Joseph Hitchcock. Ella pone la piel y el alma, para crear una vorágine infernal; un personaje que se va a quedar en la mente de quién vea la película; ya que su actuación es tan fenomenal que no te deja pensar en otra cosa, sino en su papel.
Gabriel Agüero (Alain) debería optar por importantes premios de actuación, porque su rol hace que el espectador se desbordé en su butaca. Nos hace dudar, nos hace verlo cómo lo que no es y nos llena la mente de montañas de situaciones que van a incomodar a más de uno. A mi opinión una de las mejores actuaciones que se han visto en los 125 años que tiene el cine venezolano.

Jezabel es un filme, que nos recuerda al cine europeo en muchos de sus pasajes y se admira la valentía de sus creadores, de mostrar un relato crudo, perverso, oscuro y hasta maldito, que esta latente en cada esquina. Porque hay muchas personas con un ticket prepagado al averno, que andan por ahí, con el alma muerta, respirando todavía.
Esta película es una de las mejores que se han hecho en Venezuela y mi recomendación es salir a apoyarla en las salas de cine más cercanas, claro, se tiene que tener en cuenta es un filme sumamente perturbador, pero que merece ser visto como lo que es, una joya, una auténtica obra de arte.
1 comentario
Añade el tuyoExcelente reseña. Esta en 41 salas en Venezuela. A pesar de lo perversa, la amé. Todo está en su lugar. Los personajes están muy bien construidos y dirigidos magistralmente por Hernan. La historia te atrapa. Dense el gusto de ver buen cine venezolano!!! Gracias Juan!