Las 10 muertes más absurdas registradas: Un viaje por los incidentes más insólitos de la historia

El destino a veces tiene un sentido del humor retorcido. A lo largo de la historia, hemos sido testigos de fallecimientos que parecen sacados de una película de comedia negra. Aquí te traemos un recuento de las 10 muertes más absurdas registradas.

  1. La barba mortal: Hans Steininger, el burgomaestre de Braunau (Austria) en el siglo XVI, ostentaba una barba de más de 1.4 metros. Un día, al huir de un incendio, pisó su propia barba, tropezó y murió.
  2. Dulce pero fatal: En 1919, un tanque de melaza se rompió en Boston, liberando un torrente que mató a 21 personas y dejó a otras 150 heridas.
  3. Golpeado por un pájaro: En 1923, el famoso jockey Frank Hayes sufrió un ataque al corazón mientras montaba a caballo. El caballo, sin saberlo, siguió y ganó la carrera con el jockey ya fallecido en su espalda.
  4. Tragado por el desierto: En 1478, el sultán de Egipto, Qaitbay, murió cuando una avalancha de arena del desierto se tragó su campamento mientras dormía.
  5. La risa que mata: En 1975, Alex Mitchell, un albañil británico, murió de risa mientras veía un episodio de «The Goodies». Su corazón no resistió.
  6. Ahogado en un banquete: En el siglo IV a.C., el filósofo griego Crisipo murió de risa después de ver a un burro comer higos en un banquete.
  7. Muerte por naranjas: En 1623, el poeta francés Jean de La Fontaine fue golpeado mortalmente en la cabeza por una naranja lanzada por una niña durante una fiesta.
  8. Aplastado por su propia creación: En 1567, el astrónomo Tycho Brahe diseñó un complicado instrumento astronómico. Un día, mientras observaba el cielo, el aparato cayó y lo mató.
  9. El paraguas asesino: En 1920, el inventor del paraguas plegable, Thomas Edward Hanley, murió cuando uno de sus propios prototipos se cerró de golpe sobre él.
  10. Danza mortal: En 1518, Estrasburgo fue testigo de un extraño fenómeno conocido como la «danza de la muerte». Más de 400 personas empezaron a bailar sin parar durante días, hasta que muchas de ellas colapsaron y murieron de agotamiento.

La historia nos ha dejado con una amplia variedad de muertes insólitas. Aunque estas anécdotas pueden parecer curiosas, sirven como recordatorio de la impredecibilidad y fragilidad de la vida. ¡Vive cada día como si fuera el último y ten cuidado con las naranjas en fiestas!

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